miércoles, 5 de noviembre de 2008

Los niños con sordera



La sordera es la dificultad o la imposibilidad de usar el sentido del oído debido a una pérdida de la capacidad auditiva parcial (hipoacusia) o total (cofosis), y unilateral o bilateral. Así pues, una persona sorda será incapaz o tendrá problemas para escuchar. Ésta puede ser un rasgo hereditario o puede ser consecuencia de una enfermedad, traumatismo, exposición a largo plazo al ruido, o medicamentos agresivos para el nervio auditivo.

Podemos encontrar, también, diferentes tipos de sordera.

Los riesgos en el nacimiento:


  • Si el niño al nacer no respiró bien y se mostró con un llanto débil o estuvo "moradito" o "pálido".
  • Si nació con un peso bajo, cursó con las bilirrubinas altas (se manifiesta con una coloración amarilla de la piel y de la parte blanca de los ojos llamada conjuntiva).
  • Si tiene alteraciones de nacimiento en la cara o en el cráneo.
  • Si hay antecedentes familiares de sordera.
  • Si el niño nace con alguna alteración genética, deberá consultar con el médico que lo atiende si puede asociarse con sordera, hay aproximadamente 200 padecimientos genéticos que cursan también con sordera.


Los riesgos para sordera de manifestación tardía o progresiva:

  • Todos los niños que han padecido meningitis, sobre todo si es bacteriana, tienen un gran riesgo de padecer alteraciones auditivas muy graves.
  • Todos los niños que sufren de infecciones del oído, sobre todo si se hacen crónicas.
  • Los niños que cursan con problemas de regurgitación, también llamado reflujo, porque al irritarse la faringe condiciona infecciones frecuentes que pueden complicarse con infecciones del oído.
  • Algunas sorderas familiares se manifiestan tardíamente, esto es, un niño puede nacer con audición normal, pero si en la familia hay sordos a veces la sordera se manifiesta después de la adolescencia, específicamente en un padecimiento que se llama otoesclerosis.
  • Si el niño tuvo algún padecimiento grave al nacer como: hemorragias cerebrales, padece displasias broncopulmonares o permaneció en un ventilador por más de 15 días, o tuvieron que realizar circulación extracorpórea para alguna cirugía del corazón.

Actualmente, son muchos los niños sordos que se están incorporando a los sistemas
convencionales de educación infantil y básica. Todos los niños tienen derecho a una educación igualitaria, aunque existen casos que requieren educación especializada y la integración no es la mejor opción. Por ello, a continuación, abordaremos el caso de aquellos niños con pérdida auditiva que han recibido educación oral y que han sido beneficiados con el uso de prótesis auditiva.


Educación igualitaria


¿Cuáles son los niños que pueden ser integrados a las aulas con otros niños que no presentan discapacidad? ¿Cómo saber si el niño sordo es capaz de llevar una educación igualitaria? Al recibir en su aula a un niño sordo, los maestros se enfrentan a dificultades diversas, como un incremento en su esfuerzo laboral enfocado a una educación especial. Además, en muchas ocasiones no cuentan con capacitación acerca de cómo facilitar el aprendizaje de estos niños, por tanto es posible que se angustien al ver el rechazo de los alumnos.

Es importante aclarar que la sordera no influye en la inteligencia del niño, no se relaciona con un retraso mental o psicomotor.


¿Qué es lo primero que la maestra debe saber?


Como profesionales de la educación y sobre todo como humanos, tenemos el beneficio de preguntar, hay cosas que no tenemos por qué saber y esto no nos debe apenar o frustrar. Al enterarnos de que un niño sordo ingresará a clase podemos concertar una cita con la madre y preguntarle abiertamente:

  • ¿Qué clase de sordera tiene?

- Pérdida auditiva superficial

- Pérdida auditiva media

- Pérdida auditiva profunda

- Anacusia


  • Si el niño utiliza alguna prótesis auditiva.
  • ¿Desde hace cuánto tiempo el niño utiliza los aparatos? Esto indicará su nivel lingüístico, ya que el desarrollo de la lengua varía si la sordera es detectada a los 3 años o a los 5 meses de edad.
  • ¿El niño recibe terapia actualmente? En el caso de que así sea, ¿es posible que como maestro se comunique y establezca contacto con el terapeuta? ¿cómo funciona un aparato auditivo? y ¿cómo hacer para facilitar el aprendizaje?, entre otras cosas.
  • ¿Qué metodología se ha utilizado en la educación del niño? Existen diversas metodologías educativas para los niños sordos, ya sea que se concentren en los estímulos visuales, como la lectura de labio facial; en los estímulos táctiles, o sólo en los estímulos auditivos, como la identificación de fonemas.
  • Y fuera del contexto educativo, ¿cómo se relaciona con otros niños?
  • Si realiza algún deporte, ¿cómo se desenvuelve? ¿Cuáles son las actividades favoritas del niño (juegos, cantos, mascotas, etc.)? ¿Qué intereses especiales tiene? Estos detalles le ayudarán mucho para establecer esa primera relación con su alumno ya que él se percatará de que se encuentra en un ambiente cálido donde se interesan en las cosas que le gustan.

    Todo lo que usted pueda averiguar acerca de su nuevo alumno le facilitará muchísimo la tarea.

El lenguaje: estrategias para maestros


Normalmente el niño sordo presenta defectos articulatorios o bien de estructuración del lenguaje que pueden hacer su forma de hablar poco entendible. El maestro puede realizar actividades simples para que el niño note la pronunciación o estructura adecuada, pero no es recomendable detenerse largo tiempo en esto, ya que la parte específica del lenguaje se trabaja en terapia y se perdería mucho tiempo en clase queriendo corregirlo. El objetivo primordial es que el niño adquiera los conocimientos y desarrolle las habilidades que el grado y programa escolar requieren.

Es de suma importancia que los maestros promuevan que los niños con deficiencias auditivas hablen con frecuencia para que puedan desarrollar esta habilidad de lenguaje, pero no se debe insistir demasiado si los estudiantes sordos no logran realizar la producción que se les enseña.

Asimismo, se debe motivar al niño a que exprese cuando no está entendiendo algo; esto puede evitar futuros problemas comunicativos y emocionales, ya que de mantenerse al margen de la comprensión, es fácil que el niño comience a alejarse de las actividades grupales. Por último, favorecer los vínculos comunicativos es parte sustancial de la integración.

Afortunadamente, los programas escolares actuales proponen el aprendizaje vivenciado que requiere de actividad, investigación, aprendizaje y práctica de valores humanos, para entender y aceptar a los demás, lo cual ayuda a construir una sociedad psicológicamente más madura, favorece la participación y cooperación constante entre los alumnos.





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